Como el atleta que le pasa el testigo a su compañero de equipo, mi madre me cede en calidad de préstamo, varios libros sobre la educación libre cuando me encuentro a las puertas de la maternidad. Entre esos libros se encontraba «Summerhill. Un punto de vista radical sobre la educación de los niños», publicado en 1960, me parece que la fecha de publicación es un dato para destacar, si hacemos comparaciones con los sistemas pedagógicos populares en este momento, parecería que fue escrito en el futuro.
Gracias a esta lectura, comprendo parte de lo que reside en mi interior y a su vez de lo que sale instintivamente de mí cuando me relaciono con mi hijo.
La propuesta, un espacio de aprendizaje infantil, se asocia inmediatamente con el lienzo en blanco que ha de ser dibujado, eso en definitiva es así en cada proyecto, un lienzo que ha de ser trabajado para crear la obra final. Pienso en este concepto también, para asociarlo a la mente de un niño recién nacido, esa mente a la que se puede ofrecer diferentes estímulos para poder crear su propia historia. La manera de aprender de un niño nunca debería ser impuesta, sí a través de guías o maestros, que creen contextos educativos asociados preferiblemente a la creatividad y sobre todo al juego, ya que de todo lo que se hace se aprende, y si es de una forma lúdica es más asumible y aceptado por un niño.
A partir de aquí, comienza una investigación sobre los primeros aprendizajes de un niño, a través de la forma y del color, empezando por las formas y colores básicos.
• Rojo • Azul • Amarillo
• Circulo • Cuadrado • Triangulo
Asocio estos conceptos, a las herramientas que ofreceremos a los habitantes para construir su propio entorno en esta propuesta. En resumen, las premisas a la hora de abordar el proyecto parten de la pedagogía democrática de Alexander Neill y del movimiento De Stijl protagonizado por la forma y el color; asociando la primera a la libertad, y la segunda a la esencia básica de las cosas.
Se llevan los conceptos libertad y esencia al espacio arquitectónico que se va a desarrollar, procurando que éste, sea también un motor de aprendizaje. Nos encontramos con dos entes, la función y el espacio, que han de ser unidos en este proyecto, al fin y al cabo se debe crear aquí una propuesta comprensible a ojos de un niño, y que se nutra de la simplicidad y pureza que caracteriza a éste.
El espacio, que ahora mismo alberga una iglesia, marca de una manera muy sólida la concepción del nuevo espacio. Partimos de un local con unas características muy singulares, compuesto por una secuencia de soportes y vigas de hormigón, colocados en forma de cuadrícula y una estructura de cuatro pórticos de sección variable con el mismo acabado. En esta propuesta se quiere respetar en gran medida estos vestigios del pasado. Hemos de darle al nuevo espacio que va a surgir, un carácter lúdico y que favorezca la comunicación, frente al uso que hasta ahora se desarrollaba, un espacio dedicado al culto religioso, con un carácter de recogimiento e intimidad. Imponemos de manera general a cada proyecto, la premisa de intervenir en los espacios lo menos posible, para poder contribuir a la continuidad del mundo en el que vivimos, respetando el pasado que no es más ni menos que parte de la cultura que nos llevaremos generación tras generación.
“Construimos el espacio en el tiempo a través del conocimiento”
EAI, Iria Alejandra Botana Álvarez.